lunes, 12 de octubre de 2015

'Los ciudadanos deben defender y promover la paz'

Embajadora de Suecia, país que ha vivido 200 años en paz, habla de los diálogos de La Habana.

¿Qué opinión tiene Suecia de los últimos avances entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc en La Habana?
Para Suecia los avances son muy positivos. En comparación con otras negociaciones de paz este proceso ha avanzado rápido. Además este ha sido un conflicto muy largo, de casi seis décadas, con varios intentos fallidos de negociación previos. Si se mira lo que está ocurriendo en ese contexto, se ve que realmente las partes han hecho un gran esfuerzo por avanzar y están avanzando.

Recientemente conocimos el acuerdo para el establecimiento de la Comisión de la Verdad y hace unos días conocimos la información relacionada con el Acuerdo de creación de una Jurisdicción Especial para la Paz. Para Suecia, este acuerdo es relevante porque se allana el camino para la construcción de una paz estable y duradera.
El mundo sigue muy de cerca lo que pasa en Colombia, porque Colombia es la esperanza para que otros conflictos se puedan solucionar por la vía negociada y que las sociedades que han sufrido las consecuencias de las guerras puedan vivir en paz y hacer un tránsito al desarrollo sostenible con beneficios para toda la sociedad.
¿Es el momento en el que las partes deben sentarse a considerar el tema del cese bilateral definitivo?
Lo ideal es que el conflicto termine para que no haya más víctimas y sufrimiento. Nosotros hemos respetado y respetamos la decisión por ahora del Gobierno Colombiano sobre el cese bilateral al fuego.
Pero creemos que tal como van las cosas, muy pronto quizá se tendrá esa noticia del cese bilateral. El desescalamiento del conflicto está funcionando. La Subcomisión Técnica en la que se encuentra el General Javier Flórez, encargado por el Presidente Santos para estos temas de la transición, manifestó que viene trabajando con 10 oficiales en estos temas y que están muy avanzados.
Y es que en efecto, centros especializados en monitoreo del conflicto armado como el CERAC han registrado que con estas medidas de desescalamiento, los índices del conflicto y sus afectaciones han caído a niveles que no se experimentaban desde 1975.
Suecia ha apoyado los esfuerzos de paz en Colombia en la etapa de las negociaciones, ¿qué se puede esperar de apoyo cuando estemos en una etapa de post conflicto?
Nosotros no estamos en la Mesa de Negociaciones porque no somos del grupo de países garantes, ni del de acompañantes, pero sí apoyamos el proceso de paz y además trabajamos con muchos recursos y con un equipo grande en la Embajada de Suecia en Bogotá en la construcción de paz en el país.
Hemos trabajado por la paz no solo durante las negociaciones, sino que lo venimos haciendo desde mucho antes. Comenzamos a apoyar actividades en la década de los noventa. También cooperamos con entidades como la Defensoría del Pueblo, por su importante rol en la protección y promoción de derechos humanos.
Con todo lo anterior, y cómo estamos en la mitad del camino, entonces no tengo sino que ratificar que en el postconflicto Suecia seguirá apoyando todo este trabajo de construcción de paz en el país. La diferencia será que vamos a pasar a un entorno más claro de implementación, por eso apoyaremos proyectos más concretos en las regiones, que impacten la vida de las personas ahí y ellas sientan las ventajas de la paz.
En el tema específico de las mujeres, en el que también han respaldado a Colombia en los últimos años, ¿cuál podrían ser los programas o proyectos que fortalecen el tema de igualdad en género en Colombia en este escenario?
Lo que se necesita es que las mujeres puedan participar activamente en la toma de decisiones y en los mecanismos de implementación de los acuerdos de paz. Se deben abolir esos modelos patriarcales, que no sólo excluyen a las mujeres, sino que cuando hablan de participación de mujeres les otorgan cuotas, siempre inferiores al 50%. No, las sociedades las construyen tanto mujeres, como hombres y debe existir total equidad.
Pero género no es sólo mujeres y niñas entonces, en aras de buscar una mayor sostenibilidad en el trabajo por la igualdad de género es necesario incluir a los hombres y niños de una manera más activa, por lo que profundizaremos en esta área durante este año.
Desde el punto de vista de fortalecimiento institucional, ¿qué experiencias de Suecia podría adoptar Colombia, teniendo en cuenta que su país lleva 200 años en paz?
La paz que se va a implementar va a tener un enfoque territorial, eso significa que se tendrán que fortalecer mucho las Gobernaciones y las Alcaldías. Nosotros previendo eso, ya desde el año pasado le pedimos a Sveriges Kommuner och Landsting-SKL (la Federación Sueca de Municipios) que viniera a Colombia e iniciara diálogos exploratorios con el DNP, la Federación Colombiana de Municipios y otras entidades para que pueda brindar apoyo en fortalecimiento institucional.
En Suecia, los municipios juegan un rol clave para que se garanticen los derechos y los servicios de todos los ciudadanos. El secreto está en que es en ese nivel donde el ciudadano tiene un contacto directo con el Estado, por eso la respuesta allí debe ser concreta. SKL es entonces uno de los instrumentos más fuertes de la administración pública sueca y queremos que aporte todo lo que sabe acá.
¿Qué significa vivir en paz?
No lo voy a responder de forma conceptual, prefiero decir que espero que mañana cuando viaje a alguna de las bellas regiones de este país y me encuentre con alguna mujer, como tantas que he encontrado, se le dibuje una sonrisa en su rostro y desaparezca su cara de miedo.
Que me comente que está recibiendo atención del Estado, que sus derechos están garantizados, que los grupos armados ya no existen más, que puede votar con total libertad, que no le cobran extorsiones ni “vacunas”, que sus hijos pueden ir al colegio, que tiene una atención de salud con calidad, que está vinculada a una actividad económica que le permite una subsistencia digna, que hace parte de una veeduría ciudadana que promueve la democracia y la protección del medio ambiente…de todo eso se trata la paz.
¿Cómo han hecho Suecia para mantener una sociedad en paz durante dos siglos?
Antes los impuestos recaudados al pueblo se usaban para financiar guerras que el pueblo no buscaba. Se notaba la vida distanciadamente opulenta de los ricos y poderosos y sólo se hablaba de la sangre derramada por los soldados y otras víctimas. El país estaba unido únicamente de nombre.
Después lo que tuvimos fue un Rey que venía de ser mariscal de campo en épocas de Napoleón Bonaparte, Jean Baptiste Bernadotte (Carlos XIV) quien proclamó que “La paz es el único camino glorioso para un gobierno sabio e ilustrado”.
Desde entonces lo que hicimos fue transformar todo ese ideal de sociedad pobre y desigual que se había forjado alrededor de la guerra y trabajar por una sociedad con beneficios para todos. La reconciliación lo que nos trajo fue ver las ventajas que tiene para todos los ciudadanos una sociedad libre de violencias. Con la paz todo se vuelve en positivo. Por ejemplo, florece la creatividad. Somos una de las sociedades más innovadoras en todas las áreas. Eso hubiera sido imposible en medio de una guerra.
Los recursos públicos no deben llegar a cuentas privadas. Los ciudadanos entendieron eso y lo exigen y a su vez saben que tienen responsabilidades para que ese modelo social funcione, por ejemplo, con el pago de los impuestos.
Hace poco el Defensor del Pueblo de Colombia visitó Suecia, él se aterró que nosotros no tenemos Acción de Tutela. No la tenemos porque no se necesita. Las instituciones tienen que funcionar. No debe ponerse una Tutela para que se garantice el derecho a la salud.
¿Qué factores pueden generar una paz sostenible a largo plazo?
Primero garantizar lo que se acuerde. Los primeros meses son fundamentales para mostrar cómo no es necesaria la violencia y cómo si es posible transformar entornos dialogando y no disparando.
Hay que garantizar que el Estado llegue donde no está con instituciones principalmente dedicadas a atender necesidades básicas de los ciudadanos como el acceso a agua segura, salud y educación.
Tienen que generarse alternativas de productividad económica. Colombia tiene muchas oportunidades para ello. Otra ventaja es que tiene una variedad medio ambiental envidiable que le permite trabajar los temas de sostenibilidad.
Otro tema importante es que se sabe que hay otros factores de violencia como las Bacrim que pueden afectar el principio de garantías de no repetición. Por lo tanto, los planes de seguridad son relevantes.
Hablo todo eso entre el corto y el mediano plazo. Después tienen que venir planes más ambiciosos de desarrollo. Trabajar muy de la mano con los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la agenda pos 2030. Colombia tiene muchas ventajas para ello.
¿Qué nuevas responsabilidades adquiere un país cuando decide firmar un acuerdo y construir paz?
Tiene que ser consciente que debe trabajar alrededor de cambios que permitan generar confianza suficiente para materializar la paz.
Ahora en Colombia hay mucha polarización todavía alrededor de la paz y eso no deja que ni las autoridades, ni la misma sociedad piensen cómo será vivir libre de violencias. Cuando se supere ese momento, se verá el gran reto de que los funcionarios públicos piensen diferente, que los planes institucionales sean diferentes.
A su vez quienes dejen las armas tienen muchos compromisos con la sociedad. Esperamos que ese modelo de justicia restaurativa ayude a ello. Los excombatientes tienen que ayudar a reparar a sus víctimas, ser los primeros promotores de paz y abiertos a trabajar por todo lo que signifique el cambio de la violencia hacia la reconciliación.
¿Qué debemos hacer en el tema de transparencia y de lucha contra la corrupción?
Al final del día la transparencia es una pregunta de confianza y democracia. El acceso a la información pública, que la rendición de cuentas aplique para todos, coherencia en la aplicación de la ley, son todas herramientas que minimizan el riesgo de corrupción y que suben el nivel de confianza entre los ciudadanos y el sector público y privado.
Es un tema vertebral. Acá se ve cómo la corrupción permea la violencia, pero cómo la violencia también protege la corrupción. Para garantizar que el Acuerdo de Paz sea sostenible se deben acabar prácticas de corrupción en el mundo de las instituciones, en el sector privado y en si la estructura social en la que a veces aparecen como normales prácticas de corrupción.
La ciudadanía y las empresas deben tener todas las garantías para denunciar la corrupción y sobre todo el sistema de justicia debe funcionar para que se detengan esas prácticas muy entronizadas en la cotidianidad y al más alto nivel de algunas instituciones y empresas. Eso lo señalan los índices que miden la corrupción en el mundo. También es importante tener en cuenta la prevención, que las instituciones y empresas tengan sistemas de controles internos para disminuir el riesgo.
Claro que se debe trabajar mucho en pedagogía con las empresas, los ciudadanos, los funcionarios públicos. Se deben crear pactos amplios y pequeños para luchar contra la corrupción.
¿Cuál es el papel de las empresas para que la paz sea sostenible?
El papel del sector privado también es central. Deben que ser parte de una solución sostenible, a largo plazo. Yo veo que más empresas se preocupan del tema de la paz y trabajan por él.
Las empresas son claves en la generación de empleo y son motores del desarrollo. Deben sumarse a los planes de la implementación de la paz y ver que la paz crea un contexto favorable y sostenible para el ambiente comercial. Hay que pensar en herramientas que sean una parte de un modelo de negocio, como negocios y empleos inclusivos, alianzas públicas privadas. Lo importante que las empresas no solo tengan mecanismos internos para respetar los derechos humanos y evitar un impacto negativo, sin embargo, también deben involucrar su cadena de valor en este proceso. Para un desarrollo aún más sostenible hay que mirar hacia las empresas como actores de cambio.
¿Y cuál es el papel del ciudadano común para que la paz sea sostenible?
Los ciudadanos son la paz en sí misma. Si los ciudadanos no están convencidos de la paz, no la practican, no la promueven y la defienden, la paz no es posible. Todo lo que se hace a nivel macro para lograr la paz sostenible, se debe hacer a nivel individual; la reconciliación, crear confianza y tomar responsabilidad de la sociedad como individuo es una aporte a la construcción de paz para sus hijos, sus nietos y las próximas generaciones.
Enlace de la Noticia: http://www.eltiempo.com/politica/proceso-de-paz/entrevista-con-la-embajadora-de-suecia-marie-andersson-de-frutos/16400916


No hay comentarios:

Publicar un comentario